
Las autoridades estadounidenses han calificado a estos detenidos con el poco preciso término de “combatientes enemigos” en un conflicto mundial. Que consideran el mundo como “campo de batalla” lo demuestra el hecho de que los detenidos de Guantánamo han sido capturados en lugares tan distantes como Bosnia y Herzegovina, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Gambia, Indonesia, Mauritania, Tailandia y Zambia, así como Afganistán y Pakistán.
El gobierno de Estados Unidos ve a los “combatientes enemigos” como posible fuente de información confidencial y como amenaza potencial para la seguridad nacional. Se considera que el derecho de representación letrada va en detrimento del proceso de interrogatorio, y que el acceso a los tribunales perjudica las operaciones militares. El resultado ha sido la detención arbitraria.
Por otra parte, las fuerzas estadounidenses, con la connivencia de otros Estados, han secuestrado a personas, las han recluido en secreto, las han trasladado ilegalmente de un país a otro y las han sometido a torturas y malos tratos. Por increíble que pueda parecer, en pleno siglo XXI existe una red de centros secretos de detención, de lugares negros, donde siguen recluidas un número indeterminado de personas.
Las investigaciones del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo han dejado al descubierto la participación directa o la complicidad de Estados miembros de la Unión Europea, como Reino Unido, Suecia, Alemania e Italia. En otros muchos países europeos, incluida España, han aterrizado y despegado aviones asociados a vuelos para "entregas extraordinarias”. Las “entregas extraordinarias” son de hecho una “externalización” de la tortura.
Seis años después, cientos de hombres continúan presos en Guantánamo. Ninguno ha sido juzgado. Ninguno ha comparecido ante un tribunal. Todos, en opinión de Amnistía Internacional, son víctimas de detención ilegítima. Muchos han sido torturados o maltratados, en Afganistán o en otros lugares con anterioridad al traslado a Guantánamo, durante el traslado o como parte del proceso de interrogatorio en la base, o simplemente a través de las duras condiciones de vida en Guantánamo: aislamiento, duración indefinida y carácter punitivo.
Pero a medida que van saliendo a la luz las prácticas ilícitas de los gobiernos, crecen las voces críticas. La labor decidida de activistas de los derechos humanos, profesionales del derecho, periodistas y muchas otras personas está contribuyendo a levantar el velo de secretismo existente para poner al descubierto a los Estados que transfieren, detienen y torturan a personas sospechosas de “terrorismo”.
Vergonzoso, cierre de guantanamo!!
http://www.es.amnesty.org/contra-terror-justicia/
(Texto e imagen tomados de www.es.amnesty.org, página de la sección española de amnistía internacional)