



Esta es TETELILLA la comunidad en medio de la montaña de donde hacemos el trabajo. Hicimos un pequeño diagnóstico para saber de qué vivía cada familia, y te sorprende que sobreviven con puro maíz (sus tortillas), chile, frijolitos, carne cada ocho días, dos veces a la semana los más afortunados...eso sí no nos faltó nunca una cama donde dormir, una cena, comida y desayuno. Un atole mientras hacíamos la entrevista y por supuesto siempre sonrisas en la cara, la felicidad de los niños porque les agarraras la manita, ilusión en los ojos de la gente porque les escucharas, les brindaras la oportunidad de contar sus historias...y no saben que las más afortunadas fuimos nosotras por la suerte de haberles conocido, de que nos acogieran con tantísima hospitalidad de que nos enseñaran sus formas de vida, de supervivencia en condiciones muy duras.
Aqui os enseño un poquito de lo mucho que nos enseñaron ellos, estas imágenes se me han grabado en el corazón. La primera a la izquierda es de una de las casas que visitamos, mientras les hacíamos la entrevista. La de la derecha es una mujer seleccionando los granos de café. Debajo está Rut entrando en una casita de madera. Esta familia era muy pobre, la casa era sólo la cocina y un pequeño dormitorio, pero no dudó la mujer en ofrecernos un atole de fresa según entramos. En este sitio se nos encogió el corazón porque la señora era un amor...nos agradecía que hubiéramos ido hasta allá, nos contaba su modo de vida, mirándonos a los ojos mientras Rut y yo sentíamos el corazón arrugadito...Y por último dos de las niñas de la casa donde nos hospedamos...Mariana, la de la derecha era muy traviesa..nos despertaba tirándonos de la nariz y tocandonos la cara...que rica! y la de la izquierda Natalia, con esos ojitos...lindisima era un sol...
No tengo palabras, experiencia inolvidable.
;-D