eNtRe huiChoLes y mExiCas

El mapa no se aprecia muy bien, pero es un pequeño resumen del recorrido que llevamos en semana santa. La verdad esque han sido dos semanas de auténticas vacaciones, sin preocupaciones de ningùn tipo, solo disfrutar del paisaje y aprender de las gentes, aquí siempre tan humildes, tan sabias, tan generosas y hospitalarias, eso no me deja nunca de sorprender porque aqui la hospitalidad es deporte nacional. Fuimos recorriendo este lindo pais, despacito, sin prisas desde puebla al D.F., con destino a Querétaro nuestra primera noche. Y poco a poco acercándonos a Nayarit para el sabado asistir a la ceremonia huichol en Taimarita, una comunidad en medio de la sierra norte, aislada del mundo, a una hora caminando desde la carretera. Y en el camino reflexionas que cosas te llevan hasta allá, porqué tienes la suerte de poder vivir eso y compartirlo con personas tan especiales como las que emprendieron contigo ese camino. La vida te brinda oportunidades, no sabemos muy bien porqué, en nosotros está el saber aprovecharlas, el encontrar la belleza que tiene cada situación, el ser felices con nuestras experiencias y enriqueciendonos de cada momento. Es el camino del crecimiento personal ¿no?. Para mi una experiencia inolvidable, de las que te llegan al corazón de verdad, que te hacen pensar y respetar aún más las opciones de cada uno, aunque sean diferentes a las que uno escoje. Y de vuelta, disfrutar de las cálidas aguas del pacífico, seguimos conociendo gente, cada uno con su historia personal, pero todos compartimos un instante único, el que nos ha unido a todos allí. De regreso a casa, vuelta a Teziutlan, se analiza despacito todo lo vivido y aprendido, la grandeza del espiritu humano, la bondad de esta gente me abruma, me encanta. Los últimos dias, los pasamos en Tetelilla, otra comunidad, está al lado de donde vivimos, también en medio de la montaña. La gente muy muy pobre, no duda en ofrecerte lo poco que tiene para que no te sientas mal, estás fuera de casa quieren que te sientas acogido...sigues flipando de la hospitalidad cuando apenas hay semanas que pueden comer algo más que puro maiz y frijoles. Pero ellos comparten todo lo que tienen, sin dudarlo. Mucho que reflexionar de todo esto.Gracias a mis compañeros de viaje por todo lo que compartimos; alan, chucho, iván...un placer. A todos un beso, espero que su semana santa haya sido al menos tan buena como la mía. ;-)